Un libro a cambio de tu eCariño




Hace poco han desterrado de este nuestro eParaíso a una eciudadana –ni ella misma se explica el motivo- pero muchos lanzaron sus gritos al limbo virtual clamando “justicia para Arrak”. Dudo que obtengan respuesta. Halesios y sus admins hacen oídos sordos y más si los lamentos son en castellano, o en esa especie de inglés de manual que nadie domina a la perfección.
  
Nunca he comprendido que los eciudadanos desaparezcan así con un chasqueo de dedos pero… también mi eamiga Luna se fue a comprar tabaco y aún la estoy esperando. También Skaycita se ha ido…


Si echo la vista atrás, me encuentro que algunos no están y que a otros les he perdido la pista, aunque siguen flotando en mi pecera.


Hace un año, por estas mismas fechas, yo vivía bajo un puente. Era feliz trabajando de soldadora para mi ejefe que, por aquel entonces, me mandaba mensajes al terminal del ordenador del trabajo y también me obsequiaba con flores, como la que me dejó por Sant Jordi. Y es que por estas fechas siempre me tomo un descanso y dejo este eMundo para volver a la realidad
Mi viaje del año pasado fue surrealista, pero divertido.
Hoy la tecnología ha avanzado de tal forma que me teletransporto. Es más rápido pero más triste!


Como he quedado para una merienda en la playa y este tipo de citas nunca se sabe cómo acabarán, he decidido adelantar un par de días mi visita a los stands de libros; más que nada para evitar las aglomeraciones y la compra compulsiva e histérica que acomete a muchos –por aquello de mantener la tradición y el afán de llevar un libro entre sus manos para intercambiar por la codiciada rosa-.


Qué bello colorido y bonita disposición! A los humanos todo nos entra antes por la vista. Así, me encuentro atractivos ejemplares bien encuadernados y bien ordenados bajo la etiqueta de “más vendidos”, que es la mejor forma de llamar la atención pues ¿quién se va a parar a buscar por temas o por nombre de autor?


Me resulta curiosa la aglomeración en uno de estos sitios y me aproximo pensando que lo mismo se ofrece alguna ganga de interés pero me echo para atrás al vislumbrar el cartelito que anuncia “libros de autoayuda”. Por lo visto, algunos noobs perdidos en este eMundo se pelean por adquirir el último ejemplar de las guías de ayuda de la A a la Z que  Sumsura publica periódicamente 


Viendo el tocho de Sumsura y su estilo correcto y formal,  me pregunto qué tipo de lectura le podría gustar. Quizás le iría bien relajar las neuronas con algo para distraer la mente un rato y no pensar demasiado. Por casualidad, echando un vistazo aquí y allá, encuentro el libro que podría ser adecuado: 
sinopsis
Cerca de este libro descubro un ejemplar que me divirtió en su momento y me hace recordar a mi ejefe:  
sinopsis
Decido que se lo voy a regalar porque es mi ejefe adorado.


Repaso mentalmente lecturas que me hubieran apasionado alguna vez, por si acaso pudiera apasionar a alguien con ellas. Recuerdo una de mis preferidas  “La Insoportable levedad del Ser” pero no sé a quién podría obsequiar con ella. Quizás a Vokchan, quizás a LluisPomar, quizás al Sr. Kouzka…. quizás todos la deberían leer.


Mientras pienso esto, mis ojos se fijan en un libro que iría mejor para los gustos de Kouzka
sinopsis



Tema policiaco pero en un ambiente más gótico es “El nombre de la Rosa” 
Me lo llevo para Anárion aun a riesgo de equivocarme.






Luna ya no está pero si estuviera no dudaría en entregarle un ejemplar de   “Doña Flor y sus dos maridos”
Es divertido y el tema le va muy bien (carnaval, viudez, reencarnación, sensualidad …..) 


Las que sí que están son Ithilwen y Serket. Para ellas también he pensado un libro (porque las rosas, como digo yo,  te dejan un sentimiento perecedero, en cambio un libro siempre perdura). 



Pienso que Ithilwen disfrutará con  Delta de Venus Y espero que en privado me diga algún día qué le ha parecido.




Para Serket he escogido otro estilo. 
“La Reina del Sur” que puede leer en voz alta a Ballantines cuando estén a solas 











Me pongo más seria al pensar en Reiak. Me gustaría acertar con él y elegir bien pero… es difícil. Se me pasa por la cabeza  “La Metamorfosis” de Kafka pero descarto rápidamente esa elección y me decanto por una que seguro no me va a dejar mal: 
Los Estados carenciales
Para Catlander he escogido una obra casi poética 
Sé que la sabrá  apreciar pero se la voy a regalar en francés (así si tiene alguna duda me vendrá a preguntar).
sinopsis
Nada poética y muy desquiciante es la “American Psycho”que va perfecta para un personaje del calibre de Chimobayo.


Paso algunas páginas de unos cuentos curiosos que ofreceré a Guinovart


Casi un objeto
Busco en mi memoria lecturas enmarcadas en otras épocas o lugares porque sé que a Espaugyl le va ese tema y no dudo en regalarle 
sinopsis




Aunque sé que si le hubiera proporcionado un ejemplar de  “La lozana andaluza”estaría igual de contento.
                                                             












Galizalivre  y Eligius creo que se merecen este


Un título como “El beso de la mujer araña”me ha venido de golpe a la cabeza y he decidido que será para mi eamigo Bruno.


De nuevo pienso en LluisPomar. Miro cosas de Rilke, Baudelaire, Herman Hess, Camus…. Pero me acabo decidiendo por “Orlando”, que también regalaré a Mojo jojo23




Ahora me asaltan las dudas sobre si “En brazos de la mujer madura”será una buena elección para Spanish_Power 










¿Qué me quieres, amor? es uno de los relatos de este libro. 
Leo las primeras líneas y siento que  a Vokchan le va a gustar: “Sueño con la primera cereza del verano. Se la doy y ella se la lleva a la boca, me mira con ojos cálidos de pecado mientras hace suya la carne. De repente, me besa y me la devuelve con la boca….”


Se me está haciendo tarde y pienso en tanta gente que voy a necesitar un carrito para llevar mis libros. Cojo el último y me dirijo a la playa
sinopsis
A medio camino me vuelvo. Me había olvidado de Luisdelafanta (perdón,  Luisdelasanta).  Para él estas recetitas literarias  




Llego tarde y la playa está desierta. Muy próximo a la orilla, un cuerpo me reclama alzando los brazos. Aún me espera. Me acomodo a su lado. A la luz de este atardecer veo que sus rasgos son más aniñados de lo que me parecieron el otro día en la semipenumbra del café. Tiene una sonrisa sincera y abierta, cálida como su  mirada. A veces me dice algo, ríe y calla mientras me observa. Pero hoy soy yo quien le escucha a él. Mientras me habla mordisqueo uno de los brioches que ha traído para merendar. 
Acompañados por la cadencia rumorosa de las olas, el atardecer es muy agradable. Pero una vez que se oculta el sol, el ambiente se humedece y es más fresco. Es lo que tienen los atardeceres de abril en Catalonia. 
Me rodea con los brazos, pues le parece que tengo frío,  y aproxima su cuerpo al mío. Mezclado con el salitre del mar percibo la fragancia que desprende. Es entonces cuando le digo que tengo un obsequio para él, al mismo tiempo que le advierto que no lo puede abrir hasta el día de Sant Jordi.
Sorprendido pregunta qué es y, de repente, me doy cuenta de que ni yo misma sé si le estoy entregando el libro escogido para él, puesto que  todos están envueltos con el mismo papel de regalo.


Con el obsequio en las manos, aproxima su cara a la mía y le oigo decir que él no puede esperar a mañana y que posa su regalo en mis labios “porque una rosa se marchita pero la sensación de este beso quedará para siempre”.






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