Cosas que se dicen en Navidad



Tras varias horas de búsqueda, al final he encontrado la caja donde guardo los chismes navideños.

Mientras selecciono adornos, figuritas del belén, y otros objetos horteras que he ido acumulando pienso en lo curioso de este eMundo: gracias a las últimas misiones, los eciudadanos nos hemos hecho con un lote surtido de bazokas, misiles y demás munición y para celebrar estas fiestas se nos llenan los buzones de propaganda con todo tipo de ofertas y regalos.


La entrañable Navidad nos invade de intensas emociones es por eso que las  misiones, en estos días, incluyen el ataque y derribo mientras entonamos canciones estilo  “Noche de Paz, Noche de Amor”,  o tipo “los peces en el río” que combina mejor a golpe de zambombazo mientras ves caer al enemigo.
Por si no lo he dicho nunca, otro de mis “no soporto”  es esa costumbre de ciertos lugares públicos a hacerte partícipe de lo estupendo que es todo en estas fechas y amenizan el ambiente con villancicos en bucle que, aun siendo ya unos clásicos, no acaban de hacer creíble esas cosas abstractas de la esperanza, la alegría, el amor y la fraternidad…

Yo soy de las que remolonean cuando llegan estos días. Me entra una mezcla de pánico escénico y dejadez lacónica cuando noto en el ambiente esa felicidad hipócrita que lo trastoca todo. Intento que a mí no me afecte pero, como si fuera un gas tóxico, lo aspiro aunque no quiera y me contamino de espíritu navideño en el último momento haciendo que me lance compulsivamente a colocar belén y árbol, aunque luego no pueda ni moverme por el salón. De forma incomprensible, desarrollo una  fascinación desconocida por la purpurina y las tonalidades doradas, por las guirnaldas que engancho en las puertas, por las bolas y  estrellitas de colores que cuelgo en paredes o techos. Hasta se me pasa por la cabeza instalar la horterada del timbre con carcajada “santa Claus”…

Algunos eciudadanos han colocado papas Noël  con la cara de Plató subiendo por sus balcones. Yo no he llegado a eso, pero en el Belén he añadido mi "caganer" particular.

Todo es tan similar a la VR que aquí tampoco se escriben cartas. Como mucho  se redactan pequeñas  frases que acaban perdiendo originalidad a medida que se reenvían. Quizás porque con lanzar un grito, “retuitable”, copiable y pegable  por el muro sea suficiente para que de golpe todos tus  eamigos sepan que “me gusta” la navidad. O me gusta que te guste la navidad. O me gusta que te guste que yo diga que me gusta la navidad. También podría decir que no soporto la navidad. E igualmente me responderían con un “me gusta”  o con un tic de  ”votado” sin quedarme muy claro si quien lo ha enviado opina igual que yo  o si tan sólo lo marca para que yo sepa que lo ha leído.

El año pasado muchos estuvisteis aquí. Hoy algunos son sólo un recuerdo que no quiero borrar. Por eso la pecera sigue llena y por eso la coloco cerca del árbol para que sus adornos y sus luces parpadeantes alegren a los que todavía quedan en ella. Y como yo sí escribo cartas, las dejaré al pie de mi árbol, personalizadas, con mis mejores deseos para cada uno de mis peces, junto a mis cajas de abrazos, besos, caricias, canciones, mensajes, enfados, sonrisas … y todo lo que durante este año he ido compartiendo con ellos.



¿Quién sabe si alguno delos ausentes se contagia y me viene a buscar?

Te sigo esperando, sentada al otro lado de la pecera. Quizás uno de estos días, antes de que acabe el año, me llegue tu canción de navidad en respuesta a mi carta. Y aunque acabe con un “hasta siempre”, yo endulzaré esa despedida mordiendo un bombón de cereza, que me sabrá un tanto salado al mezclarse con las lágrimas que he aprendido a contener...

Seguiré esperando cartas tan originales como esas que con un sencillo pero escueto “cálleme con un beso”, resumen cosas que no se dicen y que me emocionan por dentro dejándome una sonrisa porque, desde el otro lado de la pecera, no sé el efecto que tendrían mis besos.


No dejo de esperar las cartas que me llegan cuando ya no las espero. Me pregunto si en ellas me mandas deseos en vez de palabras. Una vez alguien escribió que “el deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe”. No sé. Yo quiero y no quiero pero mientras, espero.


¿Quién sabe si quienes me vienen a buscar hoy lo seguirán haciendo durante el próximo año?

Puede que tu impaciencia no te deje enviar esas cartas que suelen acabar en un “¿sabes que te quiero, aunque sólo un poco?  Las cosas no siempre son lo que parecen y el juego de dejarse envolver por esta especie de  locura puede resultar irritante aunque nunca deja de ser emocionante.

También esperaré que otras cartas me revelen qué futuro le espera a esta liantanique que tanto os aprecia.

A cambio seguiré mirando dentro y fuera de la pecera.
Y es que últimamente pasan cosas insólitas, pienso en ti y quiero verte…

Penso en tu i et vull veure,
regalar-te tresors que he guardat dins el cor,
no deixar de sorprendre't.
Mirar-nos als ulls i els llums ja s'encenen.
I m'imagino un munt de coses que ara poden passar.
Obrim el cava, tu em somrius i no em canso de brindar!








¿Eras tú?

“Gracias por esa velada inolvidable”

Durante unos días Lantanique le estuvo dando vueltas a este mensaje lanzado por Dracs11 que se perdió entre algunos otros que reclamaban la vicepresidencia de UN para ella.

Sobre aquel día electoral, los hechos que recuerda fueron que se acercó a la sede del partido y dejó una nota para el candidato ganador, ya que Dracs11 tuvo el detalle de felicitarla por su participación: 

“Lanta, me ha alegrado tenerte de compañera en estas elecciones y has demostrado tener mas valor que esos humanos llamados machos...
Por supuesto la vicepresidencia es tuya, aunque te mereces mas y la Presidencia debiera haber sido tuya, en honor a tu canción quisiera regalarte ésta para demostrar mi admiración oculta desde siempre hacia ti.

Como era de esperar, el recién renombrado presidente de UN no estaba. Nunca está. Pero tampoco están los demás.  La filosofía que abandera este partido es que “aunque UN no tenga vida política, sí debe existir  como centro de unión y reunión de unos amigos”. Por lo visto,  todos son invisibles. O debe ser que, siendo todos hombres, se reúnen  clandestinamente por lo que ella nunca los ve.

¡Qué diferencia con esos otros partidos que incluso ofrecen la posibilidad de presentarte a candidato a presidente del país aunque hayas llegado el último! 

Y qué diferencia de candidato!…Sin aspiraciones ni ansias de poder. No como los que realmente ganan elecciones llevando en sus programas a una variopinta mezcla de seres con ideas encontradas que, en un momento dado, dimiten quejándose de todo, pero que, sólo por el hecho de entrar como ministros en algún sitio, aceptan el puesto renegando temporalmente de sus ideales.
  
En fin, que a las puertas de UN el único que la recibió con contenida emoción fue un encantador Lizan, quien siempre la apoya desde la oposición.



Después de eso ya no se supo más.  Quizás Dracs11 soñó que pasó una velada a su lado. O lo mismo Lantanique empieza a tener memoria selectiva y sólo recuerda lo que le interesa. O la está perdiendo ahora que dicen que se acerca el fin del  eMundo.

***

Llevo un tiempo constatando que mi eVida ha perdido aliciente. 
Podríamos decir que he llegado a ese punto en el que las cosas ya no me conmueven.  Y las pocas que me conmueven pasan casi inadvertidas. 

Ya no me importa que alguno quiera llamar mi atención intentando provocar mi ira mientras me manda mensajes y peticiones de amistad que, por supuesto, ni me molesto en contestar.

No le encuentro el interés a todas esas novedades que inventa Plató y sus admins, a veces en forma de promociones y regalos fabulosos, para hacernos la evida más fácil: ¿de qué me sirve adquirir mejores armas si los demás también las pueden tener?
Podríamos decir que me empiezo a plantear el verdadero sentido de mi eVida. 



Puede que el detonante haya sido haber alcanzado la edad adulta, cosa que ya no me dejan ocultar ni disimular porque el sistema se ha encargado de hacerlo visible “marcándonos” uno a uno. Ardua tarea digna de un sexador de pollos.


Lo curioso es que aquí lo de menos es el sexo de cada individuo así como tampoco su edad real y no digamos  la mental.  El dato concerniente a la capacidad intelectual ni siquiera se tiene en cuenta. Aquí lo que realmente calibran son aquellos atributos relativos a la fuerza, patriotismo y experiencia así como los logros que vas acumulando.

Es por eso que cuando superas un objetivo es el propio sistema quien se encarga de anunciarlo a bombo y platillo. Y es cuando te dejas obnubilar por aquel concepto americano  de “mejor empleado del mes” que apesta a aborregamiento humano. Y  te vuelves como el resto, vanidoso por un rato (algunos incluso se creen “Dios de la Guerra”). Y muestras la medallita, con bobalicona satisfacción, agradeciendo las felicitaciones. 
Pero en tu fuero interno sabes que, bajo toda esa parafernalia, lo que realmente se esconde es un mensaje subliminal acusador dirigido al resto de individuos para decirles un  “lo habéis visto”? inculcando una envidia malsana y una competitividad que roza el deseo de usar la Visa en los eciudadanos más jóvenes o en aquellos que solventan sus otras carencias a base de talonario.

Eso de verme como “Ciudadano Adulto” me ha hecho considerar si realmente quiero alcanzar el estado “Senior”. 
¿Existe el ciudadano Senior? Yo, que siempre quise quedarme con el 33, no acabo de asumir que ha quedado atrás; por eso me esfuerzo en recordarlo  a lo largo del tiempo 33+1, +2, +3… y así hasta se pierda en mi memoria.


Sólo cuando recibo mensajes en mi localizador diciendo “Aunque Lantanique no lo sepa, yo la sigo mirando…” sólo entonces me vienen ganas de llorar.  Llorar de pena, que no de alegría, porque cada vez me llegan menos.

***

Sigo dándole vueltas… Gracias por esa velada inolvidable”

¿Era Dracs11 aquel tipo al que invité a mi restaurante favorito y no me dejó pagar? 


Recuerdo que me pidió que fuera yo quien eligiera los platos. Y ¿qué sé yo de sus gustos gastronómicos? Como no era cuestión de hacerle vomitar la comida,  opté por pedirle una ensalada griega de primero y berenjena rellena al horno de segundo. 
Las cosas raras me las pedí yo.

¿Era Dracs11 aquel tipo que comía pausadamente, mirando el plato concentrado, diseñando forma y cantidad de las porciones antes de llevárselas a la boca, quizás porque la berenjena le repugna desde niño y cada bocado era un sacrificio?

Dicen que comer despacio es saludable.  Yo soy de las que piensan que algunas cosas, despacio, se aprecian mejor.



¿Era Dracs11 el que, caminando a mi lado, sonreía y disimulaba cuando yo, mirando de reojo, lo pillaba con intención de rozarme con sus manos?

-"Lantanique, a ti te dejo que rompas mi burbuja y, si acaso, que te metas dentro y  que no salgas ya"
Eso pensé mientras te abrazaba fuerte al despedirnos.



Resumen para Ballantines: el mismo que para SombraX13