Sin Noticias de Vok




El localizador de Lantanique está cargado de mensajes. Su culito ha pasado a formar parte de la fría piedra sobre la que está sentada y ya no lo nota de lo congelado que lo tiene. Ha leído varias veces el mensaje de su ejefe  que la hace sonreír




Es cierto que su inventario está más lleno que cuando se fue así que repasa todos los objetos con los que ahora cuenta: billetes para viajar, panes, pistolas, …


Avisos y cartas, saludos y despedidas que no le da tiempo a leer porque nota la presencia de un tipo a su lado. Mira hacia arriba y ve que trae la pecera en sus manos. Con una leve sonrisa la saluda y se sienta a su lado:  - Hola Lantanique.


Este mensajero ha decidido no cumplir las instrucciones tal y como se las dieron. Ha decidido que sólo le entregará la pecera y se ofrecerá a hacerle compañía pero no le hará ninguna referencia a Vok.  “Las oportunidades las pintan calvas” - se dice a sí mismo -  y ella siempre se le mostró tan distante que tenerla ahora a su lado le abriga la esperanza de conocerla de otra manera. 


Lantanique echa un vistazo a su pecera. Su semblante palidece cuando descubre que algunos de sus ejemplares han dejado de existir. Empieza a revisar todos y cada uno de ellos y las lágrimas comienzan a  deslizarse por sus mejillas al descubrir sin evida a uno de los más preciados. 


Nuestro mensajero aprovecha la situación para consolarla. Envolverla en un abrazo le devuelve las ganas de no dejarse emorir él también, porque últimamente se siente otro pez más abandonado en la pecera.




Le explica que los eciudadanos van y vienen; que eso le pasa por limitarse a ese eMundo pero que si fuera menos distante descubriría un mundo paralelo, el de los foros, los chats... donde los eciudadanos mantienen otros vínculos. 


Las lágrimas de Lantanique, además de mostrar la pena por esa pérdida, esconden un gran alivio: el preciado ejemplar inerte no es Vok. 




Ahora comprende el porqué de tantos objetos en su inventario y descubre que incluso es rica. El zoquete, aquel eamigo impresentable que la introdujo allí hace ya cerca de un año, se lo había traspasado todo en el último momento, cuando ya sintió que se iba definitivamente: “Ahí te quedas con todo y con todos. Que lo disfrutes con ellos. El daño está hecho así que me voy


Para retenerla a su lado, nuestro mensajero la invita a cenar: - “¿Te gusta la comida griega? 
Lantanique asiente mirándolo fijamente, igual que cuando de pequeña le preguntaban si le gustaban las cerezas. Y pulsando el botón de salir de menú, cierra el localizador, por lo que no lee el mensaje de Vok:




Durante la cena el mensajero se muestra amable. No le gustaría que Lantanique descifrara en sus palabras segundas intenciones, sin embargo la manera con la que ella chupa  un trocito de pan pita mojado en salsa tzatziki despierta en él un deseo carnal que contiene a duras penas. 


“Quédate conmigo, hazme compañía, no me dejes solo ni de noche ni de día"- Eso me gustaría decirte, Lantanique, pero no soy capaz. Lo mismo te burlarías-.




Como agradecimiento por la cena, Lantanique lo invita a tomar algo en el Antro. 
Esta noche la eciudad está animada. Los garitos están llenos, quizás por la euforia de las elecciones o quizás por la inquietud de los rumores que corren por ahí de que eMundo se acaba…
Dentro del Antro hay una mezcla de avatares conocidos. Él se pide algo sin alcohol, para ella pide un mojito bien cargado (si bebe, no controla).


Un tipo, disfrazado de pirata con parche incluido, se dirige a Lantanique y le arrebata el mojito:  - “What’s up my weapon?” Dame un traguito mi arma, que voy zeco”-
Lo del parche es sólo para disimular, no es tuerto, así mira lo que le interesa.


Al fondo ve a otro eciudadano rodeado de recién llegados al eMundo, ávidos de información: 
“¿Cómo se vota? – preguntan todos a la vez.
“Boing… boing…”- les grita Lantanique que ya nota el efecto en sangre del mojito.


La mano de un tipo camuflado con una peluca a lo afro la sujeta del brazo enseñándole una camiseta. “Gracias, pero no me gusta el diseño” - le contesta Lantanique arrastrando un poquito las sílabas. Sin soltarla del brazo se acerca más a ella para decirle que a sus agentes femeninas les regala un traje de cuero negro y que tiene uno de su talla para cuando ella entregue su solicitud.


Lantanique busca entre la gente al mensajero y lo descubre charlando con dos mujeres. A medida que se aproxima reconoce en ellas a Luna y Skaycita que van del brazo de un tipo extraño (no le distingue bien la cara porque lleva una capucha). Están emocionadas con el mensajero, a quien no paran de decirle lo guapo que lo encuentran.
El tipo de la capucha va hacia Lantanique, le ofrece otra bebida y sin más preámbulos le suelta: “Dicen que el eMundo se acaba. ¿Qué prefieres que te acaricie la entrepierna y te revuelva las bragas o directamente te levanto, te las arranco y te follo?"


Lantanique gira en redondo al oír estas palabras, y como va un poco mareada vuelca la bebida sobre un eciudadano que tiene allí a su lado. Quiere pedirle disculpas, pero no le salen las palabras.


Se va sola del Antro y sin noticias de Vok.















No hay comentarios:

Publicar un comentario